Tradición ecuestre en la arena: vuelven las Corregudes de Joies a Pinedo

Tradición ecuestre en la arena: vuelven las Corregudes de Joies a Pinedo

Del 11 al 14 de agosto de 2025, las playas de Pinedo, en València, acogerán una nueva edición de las Corregudes de Joies, una de las tradiciones populares más singulares y espectaculares del calendario festivo valenciano. Este evento ecuestre, que hunde sus raíces en siglos de historia, transforma la orilla del mar en un hipódromo improvisado donde jinetes y caballos compiten descalzos sobre la arena húmeda. La emoción, la tradición y el fervor popular se dan la mano en una fiesta que cada verano convoca a vecinos y visitantes frente al Mediterráneo.

Estas carreras, que forman parte esencial de las celebraciones en honor a la Virgen de la Asunción y San Roque, combinan el espectáculo deportivo con el sentido ritual y patrimonial. Cabalgar junto al mar, con el atardecer como fondo, se convierte en un acto de memoria colectiva, de orgullo identitario y de conexión con una forma de vida ligada al entorno natural y a las costumbres transmitidas de generación en generación.

Un origen ancestral vinculado a la huerta y la devoción

El origen de las Corregudes de Joies se remonta a tiempos antiguos, cuando los agricultores de la huerta valenciana, en momentos festivos o devocionales, organizaban carreras de caballos como forma de celebración. Estas competiciones no solo eran un espectáculo, sino también una forma de exhibir la nobleza y resistencia de sus animales, fundamentales en el trabajo diario del campo.

Con el paso de los siglos, la tradición se mantuvo viva, especialmente en la pedanía de Pinedo, que ha sabido preservar esta práctica con orgullo y fidelidad. Las carreras actuales conservan el espíritu original, adaptándose a las exigencias contemporáneas de seguridad y organización, pero sin perder la esencia de lo que fueron: una expresión de vínculo entre la tierra, la fe y la comunidad.

Caballos descalzos y jinetes entregados

Uno de los elementos más llamativos de esta tradición es que los caballos corren completamente descalzos, una característica que añade dificultad y espectacularidad a la carrera. Sobre la arena compactada de la playa, los jinetes —muchos de ellos jóvenes locales con fuerte vínculo con el mundo ecuestre— compiten sin montura, apenas con una manta, y en carreras cortas pero intensas que requieren destreza, fuerza y mucha compenetración entre jinete y animal.

Las imágenes que deja este evento son únicas: caballos galopando a toda velocidad junto al mar, salpicando arena y agua, mientras el público anima desde las orillas. El silencio tenso del momento previo al disparo de salida y el estallido de energía en cada manga conforman una coreografía natural y salvaje, que habla tanto del deporte como de la emoción contenida.

Una celebración que trasciende la competición

Más allá del componente competitivo, las Corregudes de Joies son ante todo una fiesta de pueblo, donde se mezclan generaciones, emociones y recuerdos. Cada edición se convierte en un reencuentro de vecinos, familiares y visitantes que se acercan para revivir una costumbre que forma parte del alma del barrio. El ambiente es cálido, acogedor y lleno de orgullo.

Durante los días que dura el evento, la playa de Pinedo se convierte en un espacio de convivencia. Las carreras se completan con actividades paralelas, pasacalles, ofrendas y actos religiosos que refuerzan el carácter festivo y devocional del acontecimiento. Es una cita donde la tradición no se exhibe: se vive, se respira y se transmite.

El papel de la comunidad en su preservación

Uno de los aspectos más admirables de las Corregudes de Joies es la implicación de la comunidad local en su organización y mantenimiento. No se trata de un evento impuesto desde fuera, sino de una manifestación auténtica de cultura popular, impulsada por asociaciones vecinales, familias de jinetes y vecinos comprometidos con su herencia.

Gracias a este esfuerzo colectivo, la tradición ha resistido al paso del tiempo y al empuje de la modernidad. Cada edición es un pequeño milagro de organización, donde lo artesanal se impone a lo comercial y donde el valor simbólico está por encima del espectáculo. El resultado es un evento profundamente arraigado, que emociona por su sencillez y autenticidad.

Un evento imprescindible del verano valenciano

Las Corregudes de Joies son hoy una de las citas más esperadas del verano valenciano, no solo por su originalidad, sino por la capacidad que tiene de unir a la gente en torno a una costumbre compartida. Verlas en directo es una experiencia inolvidable que apela a los sentidos, al corazón y a la memoria. Una celebración que no necesita grandes medios para resultar espectacular.

Para quienes busquen algo más que sol y playa, para quienes deseen adentrarse en la verdadera alma de la cultura valenciana, esta tradición es una puerta abierta a la emoción colectiva, al respeto por los animales y al orgullo por las raíces. En agosto, la playa de Pinedo no solo se llena de mar y sol: se llena de historia galopando sobre la arena.


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