Hasta el 15 de agosto de 2025, el municipio de Ayora, en la provincia de València, celebrará sus tradicionales encierros y capeas, una de las fiestas taurinas más esperadas del verano en la comarca del Valle de Ayora-Cofrentes. Esta celebración, profundamente arraigada en la identidad local, combina emoción, respeto por la tradición y una participación ciudadana que convierte cada jornada en una auténtica expresión de cultura popular. Durante más de una semana, el pueblo se transforma, con calles convertidas en recorrido, plazas abarrotadas de vecinos y visitantes, y un ambiente festivo que no decae.
Los encierros matutinos y las capeas vespertinas reúnen tanto a aficionados taurinos como a curiosos que se acercan para vivir la intensidad del momento. Toros, vacas y recortadores protagonizan escenas llenas de adrenalina, mientras el pueblo entero se vuelca en una programación que también incluye música, gastronomía y actividades culturales. La fiesta no se limita al ruedo: está presente en cada rincón de Ayora durante esos días.

Un legado que se transmite generación tras generación
Los encierros y capeas de Ayora son mucho más que un evento anual. Constituyen una herencia viva que ha pasado de padres a hijos, formando parte de la memoria colectiva del pueblo. Desde hace décadas, la plaza Mayor se convierte en el epicentro de la celebración, testigo de carreras, aplausos, nervios y emoción compartida. El ritual se repite, pero nunca es igual.
Los mayores recuerdan sus propias vivencias corriendo delante de los toros o animando desde las barreras, mientras los más jóvenes comienzan a forjar su vínculo con la fiesta. Es esa continuidad generacional lo que mantiene el sentido y el valor de la tradición, reforzando los lazos comunitarios y el sentimiento de pertenencia.
Una plaza con sabor a pueblo y arena
Uno de los grandes símbolos de esta fiesta es la instalación de la plaza portátil en pleno centro del municipio. Se trata de un espacio efímero pero profundamente simbólico, donde la arena, la madera y el bullicio conforman un ambiente único. Aquí tienen lugar las capeas, con sus vacas bravas, sus recortes y sus carreras improvisadas.
Este espacio se convierte en un punto de encuentro donde se mezcla la emoción del espectáculo con la socialización de vecinos y visitantes. La proximidad del público con lo que sucede en el ruedo refuerza la intensidad de cada lance y convierte cada tarde en una experiencia colectiva. La plaza no es solo un recinto: es un escenario vivo de tradición y fiesta.
El encierro, entre adrenalina y respeto
Cada mañana, los encierros marcan el inicio del día con una descarga de energía que se siente en el aire. El sonido de los cohetes, el galope de los animales por las calles y el valor de los corredores generan momentos de tensión y emoción inigualables. Pero junto a la adrenalina, hay una conciencia clara del respeto al animal y de las normas de seguridad.
Las calles se preparan con cuidado, los participantes conocen el recorrido y los más experimentados marcan el ritmo. Correr un encierro en Ayora no es un capricho: es una decisión que se toma con responsabilidad, sabiendo que cada segundo cuenta y que el valor se demuestra con cabeza fría y respeto por todos los implicados, incluidos los astados.
Una semana para disfrutar con todos los sentidos
Las fiestas de Ayora no se limitan a los festejos taurinos. Durante estos días, el pueblo despliega todo su repertorio de actividades festivas, desde conciertos y orquestas hasta concursos, verbenas, pasacalles y degustaciones gastronómicas. Las peñas y grupos de amigos organizan comidas populares, juegos y charangas que llenan de música y color cada rincón.
Esta combinación de tradiciones taurinas y ambiente festivo crea una experiencia rica y completa. Quien visita Ayora en estas fechas descubre no solo una fiesta, sino una manera de vivir el verano con intensidad, alegría y vínculo comunitario. Las noches se alargan, las amistades se refuerzan y el espíritu festivo lo envuelve todo.
Una cita imprescindible en el calendario festivo valenciano
Con más de una semana de programación ininterrumpida, los encierros y capeas de Ayora se han consolidado como una de las grandes fiestas del verano valenciano, atrayendo cada año a más visitantes y manteniendo su carácter auténtico. Es una celebración que no ha perdido su esencia a pesar del paso del tiempo, y que sigue ofreciendo emoción, identidad y encuentro.
Para quienes buscan una experiencia diferente, con sabor a tradición, emoción directa y un entorno acogedor, Ayora es el destino perfecto en agosto. En sus calles no solo se corre delante de los toros: se corre detrás de la historia, la cultura y la pasión de un pueblo que sigue celebrando sus raíces con orgullo y entusiasmo.