El Miguelete o Torre del Micalet: entre campanas y leyendas

El Miguelete o Torre del Micalet: entre campanas y leyendas

El Miguelete, oficialmente conocido como la Torre del Micalet en valenciano, no es solo una torre campanario de la Catedral de Valencia; es una narrativa viva de la historia, la arquitectura y las tradiciones que han moldeado Valencia a lo largo de los siglos. Con sus 63 metros de altura y un desafío de 207 escalones hacia unas vistas panorámicas sin igual, este emblemático monumento invita a explorar más que su arquitectura gótica valenciana.

Un viaje a través del tiempo

La construcción del Miguelete comenzó en 1381 y, debido a su complejidad, se extendió a través de varios siglos, finalizando en 1429. Este periodo de construcción extendido nos habla de la tenacidad y el detalle artesanal de la época. La espadaña, que añade carácter a su silueta, se completó entre 1660 y 1736, marcando la última fase de su construcción​.

Más que una torre de campanas

El Miguelete alberga en su interior historias que van más allá de ser el hogar de un conjunto de campanas. Desde anécdotas como la de un burro que, en 1459, fue subido a la terraza por bromistas, hasta el uso de la estancia conocida como La Presó para dar asilo a aquellos que buscaban refugio dentro de sus muros. Estas historias añaden capas de humanidad y misterio al monumento​.

El Miguelete / Torre del Micalet. Foto: Carlos Teixidor Cadenas en Wikimedia Commons

Campanas que narran historias

El campanario aloja un conjunto de campanas cuya historia y uso se entrelazan con el tejido cultural de Valencia. La electrificación en los años 1980 alteró la sonoridad tradicional de estas, pero gracias a los esfuerzos de restauración y mantenimiento, liderados primero por el Gremio de Campaneros Valencianos y ahora por los Campaneros de la Catedral de Valencia, el campanario ha logrado conservar su esencia sonora original. Esta recuperación ha incluido la sustitución de yugos de hierro por yugos de madera y la mejora de las instalaciones para permitir tanto el toque manual como el automatizado​.

La torre alberga tres conjuntos de campanas, diferenciados por su uso y ubicación. En la espadaña se encuentran las campanas del reloj, incluida El Miguelete, que da nombre a la torre y es la más grande de la Corona de Aragón, fundida por primera vez tras un acuerdo de 1418. Este conjunto de campanas, desde la más antigua, Catalina de 1305, hasta la más nueva, Violante de 1735, es uno de los más numerosos de campanas góticas de toda España​.

Un símbolo eterno en la Valencia contemporánea

Hoy, El Miguelete se erige no solo como un testigo de la historia de Valencia sino también como un símbolo de la continuidad entre el pasado y el presente. La torre sigue siendo un punto focal de la ciudad, ofreciendo a locales y visitantes la oportunidad de conectar con la historia y la tradición valenciana. Su arquitectura, las campanas que resuenan con historias antiguas y vistas que abarcan la ciudad moderna, invitan a una reflexión sobre el paso del tiempo y la belleza de la preservación cultural​​.

El Miguelete, con sus curiosidades y leyendas, se mantiene como una atracción imprescindible para quien visita Valencia, recordándonos la importancia de las historias que construyen nuestras ciudades y cómo estas se mantienen vivas a través de sus monumentos.

Para quien se aventura a conocer Valencia, El Miguelete ofrece una experiencia rica en historia, arte y, sobre todo, en conexiones profundas con el espíritu de la ciudad.