Un Sorolla «sin descanso» vuelve a su tierra

Descubre los trazos más íntimos del artista Joaquín Sorolla Batista (1863-1923) y con ellos su particular visión sobre ciudades, ideas, figuras y escenas de su vida familiar. La exposición Sorolla. Dibujante sin descanso del pintor valenciano de la luz y el color continúa en la sede de la Fundación Bancaja en Valencia hasta el 9 de enero de 2022.  La muestra, compuesta por más de un centenar de dibujos, es producida por el Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla.

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Las comisarias del evento, Inés Abril y Mónica Rodríguez, quienes han catalogado 5.000 dibujos de los cerca de 8.000 hechos por el artista, han destacado que los visitantes disfrutarán de un Sorolla «poco conocido, en una faceta íntima como pintor y como persona».

Debido a que estos dibujos no fueron creados pensando para ser mostrados a un público, sus trazos están cargados de mayor libertad y osadía, en los que se plasman cosas más atrevidas. Tal cantidad de obras son la evidencia clara de su carácter infatigable y nos hablan de un «dibujante sin descanso» durante toda su carrera.

La Fundación Sorolla cuenta que son contadas las ocasiones en las que el pintor envió sus dibujos a sus exposiciones, apenas regaló algunos a personas cercanas y, a diferencia de sus notas de color, no solía colgarlos en su estudio para mostrarlos a sus clientes. Aunque en los últimos años la obra gráfica del artista se ha ido dejando ver con más frecuencia en diversas exposiciones, la fragilidad de los materiales y la enorme sensibilidad del papel ante la luz, hacen que su exposición sea tremendamente delicada y, por tanto, excepcional.

El recorrido a través de sus bocetos se estructura en cuatro secciones que son:

La línea en el inicio, contentiva de dibujos realizados en sus años de juventud terminando sus estudios en la Academia de Bellas Artes de San Carlos. En ellos predomina el paisaje tomado directamente del natural.

Dibujo, familia, hogar capta escenas de su hogar y representa a sus familiares: puede verse a su compañera Clotilde o a sus hijos María, Joaquín y Elena mientras hacen tareas cotidianas como coser, estudiar, leer o jugar. Estos dibujos son de los más íntimos del pintor, porque reflejan a la familia Sorolla a través de los ojos del artista.

Grandes obras, grandes dibujos muestra algunos de los dibujos preparatorios más espectaculares que reflejan la premeditación y el estudio que hay detrás de sus lienzos. Por primera vez se muestra en una exposición un dibujo previo para un retrato del rey Alfonso XIII.

La ciudad moderna, en la que se puede contemplar escenas urbanas de grandes ciudades como París, Londres, Nueva York o Chicago, que fueron un motivo muy frecuente en sus dibujos y notas de color. Una de las obras expuestas son las vistas de la Quinta Avenida neoyorquina que tomó desde las altas ventanas de la habitación del hotel.

La selección permitirá percibir la evolución que experimenta el trazo del artista y muestra los aspectos que más le preocuparon durante su creación.

Con motivo de la exposición se ha editado un catálogo con la reproducción de las obras acompañadas de textos de las dos comisarias. Además de un audiovisual inédito que explica las técnicas utilizadas por el artista en su faceta como dibujante.

¿Sabías qué…?

El baño del caballo o también conocida como El caballo blanco es considerada como una de las obras más importantes de Sorolla. Es un cuadro posimpresionista que pertenece a la colección de pinturas de playa realizadas por el artista en 1909. Propiedad del Museo Sorolla.

De 1910 a 1920 pintó una serie de murales con temas regionales para la Hispanic Society of America de Nueva York.

¡Buen plan para descubrir a un Sorolla poco conocido!


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