El próximo 26 de julio de 2025, València recibirá a Arde Bogotá, una de las bandas más destacadas del rock alternativo español de los últimos años. El concierto se celebrará en los Jardines de Viveros, dentro del ciclo de conciertos de verano que convierte la ciudad en epicentro musical. La banda cartagenera llega con su último disco bajo el brazo y con la promesa de ofrecer una noche intensa, cargada de emociones y guitarras afiladas.
La energía que desprende Arde Bogotá en directo es uno de sus sellos más reconocibles. Su sonido, potente y contemporáneo, y sus letras profundas y generacionales han logrado conectar con un público cada vez más numeroso y variado. En València, miles de seguidores están preparados para corear sus himnos y dejarse llevar por la pasión que la banda transmite desde el escenario.
Una trayectoria meteórica desde Cartagena
Arde Bogotá se formó en Cartagena en 2017, y está integrada por Antonio García (voz y guitarra), Dani Sánchez (guitarra), Pepe Esteban (bajo) y Jota Mercader (batería). Desde sus primeros pasos, demostraron un sonido sólido, con influencias que van desde el indie rock hasta el pop alternativo, y letras que exploran temas universales como el amor, la juventud, la incertidumbre y la identidad.
Su primer EP, El Tiempo y la Actitud (2020), les abrió las puertas del panorama musical español, destacando por su frescura y la fuerza de su directo. Sin embargo, fue con su primer álbum de estudio, La Noche (2021), cuando se consolidaron como una de las bandas más prometedoras del país, gracias a canciones que se convirtieron rápidamente en himnos.
Éxitos que han marcado a una generación
Canciones como Antiaéreo, Exoplaneta o Cariño se han convertido en auténticos clásicos para su público, que ha encontrado en Arde Bogotá una voz generacional que combina melancolía, rabia y esperanza. Su música, cargada de estribillos poderosos y ritmos contundentes, es capaz de emocionar y hacer saltar al mismo tiempo.
En 2023 lanzaron su aclamado álbum Cowboys de la A3, con el que siguieron creciendo en popularidad y recorriendo los escenarios de los principales festivales de España. Sus letras, cada vez más elaboradas y poéticas, muestran la madurez de una banda que ha sabido evolucionar sin perder su identidad.
Un directo cargado de intensidad y verdad
Los conciertos de Arde Bogotá se han convertido en un fenómeno. Sobre el escenario, Antonio García se entrega con una intensidad magnética, acompañado por una banda que despliega potencia y precisión. Su directo está repleto de momentos épicos, con crescendos que desembocan en explosiones musicales que levantan al público de sus asientos.
En València, se espera un show que repase sus grandes éxitos y presente nuevos temas, combinando pasajes íntimos con estallidos de rock vibrante. Arde Bogotá ha demostrado que, más allá del estudio, es en el escenario donde su música alcanza su máxima expresión, generando una conexión única con los asistentes.
València, un público entregado y cómplice
Arde Bogotá mantiene una relación especial con València, ciudad que siempre les ha recibido con los brazos abiertos. En cada visita, el público valenciano ha demostrado su pasión coreando cada letra y convirtiendo los conciertos en una auténtica comunión emocional. Los Jardines de Viveros, con su atmósfera mágica, son el escenario ideal para vivir esa conexión.
La banda reconoce el cariño del público valenciano, que les ha acompañado en su crecimiento y les ha impulsado a seguir explorando nuevos sonidos y caminos creativos. Por eso, el concierto del 26 de julio se perfila como una de las fechas más especiales de su gira veraniega.
Una noche para el recuerdo
El concierto de Arde Bogotá en València el 26 de julio será mucho más que un simple espectáculo musical. Será una experiencia cargada de fuerza, emoción y canciones que ya forman parte de la banda sonora de muchos jóvenes. La banda llega en uno de sus mejores momentos, consolidada como referente del rock alternativo español.
Para el público valenciano será una oportunidad única de disfrutar de su música en un entorno privilegiado, en una noche que promete quedarse grabada en la memoria. Una cita imperdible para quienes creen que el rock todavía tiene mucho que decir, y que las canciones pueden ser, a la vez, refugio y grito de guerra.