Entre los muchos tesoros ocultos de la Comunidad Valenciana, la Cueva de las Calaveras destaca por encerrar entre sus estalactitas y estalagmitas milenarias, historias y leyendas que han trascendido a lo largo de los siglos. Ubicada en Benidoleig, Alicante, esta cueva no solo es un espectáculo natural de impresionante belleza, sino también un sitio de gran interés arqueológico y cultural.
La historia de la cueva se remonta a más de 50.000 años atrás, cuando los primeros habitantes de la región buscaron refugio en sus profundidades. A lo largo de los años, ha sido escenario de descubrimientos que hablan de las diferentes culturas que la han utilizado como sepulcro, almacén o escondite.
El nombre de la cueva, «de las Calaveras», proviene de un hallazgo macabro: más de una docena de cráneos humanos que datan de distintas épocas. Este hallazgo inicial llevó a creer que la cueva había sido escenario de rituales mortuorios o, según las más oscuras leyendas, el lugar de refugio de piratas que habrían sido atrapados y asesinados en su interior.
Una de las leyendas más fascinantes asociadas con la Cueva de las Calaveras es la que cuenta la historia de un capitán morisco llamado Alí Boronat. Según se dice, en el siglo XVI, huyendo de la persecución cristiana, Alí y su tesoro fueron escondidos en las profundidades de la cueva. Perseguido por las tropas del rey, se adentró tanto en sus galerías que nunca más se le volvió a ver, dejando tras de sí un tesoro que muchos han intentado encontrar sin éxito. Las expediciones modernas no han hallado rastros de este tesoro, pero la leyenda persiste, alimentando la imaginación de exploradores y visitantes.
Desde el punto de vista arqueológico, la cueva ha sido un sitio de importantes descubrimientos. Herramientas de sílex, restos de cerámica y huesos humanos han sido hallados en sus diferentes salas, ofreciendo a los investigadores valiosa información sobre las culturas neolíticas y de la Edad del Bronce que poblaron la región. Estos restos sugieren que la cueva fue utilizada como lugar de habitación temporal o como santuario.
La exploración de la cueva es hoy una experiencia accesible para el público general, ofreciendo un paseo por galerías iluminadas donde las formaciones rocosas crean un paisaje subterráneo de otro mundo. Guias especializados narran las historias y leyendas, mientras señalan las características geológicas y arqueológicas que hacen de este lugar un sitio único.
Aunque la Cueva de las Calaveras ha revelado ya muchos de sus secretos, sigue siendo un lugar envuelto en misterio. La posibilidad de que existan galerías aún no exploradas y la leyenda del tesoro perdido de Alí Boronat continúan alimentando la fascinación por este rincón de la Comunidad Valenciana.
Visitar la cueva es sumergirse en una parte viva de la historia y la leyenda de España, una experiencia que conecta a los visitantes no solo con la naturaleza en su forma más pura y salvaje, sino también con las historias de aquellos que, hace miles de años, encontraron en estas cavernas un hogar, un templo o quizás, un escondite.