Breve historia de la horchata… y una receta para hacerla en casa

La horchata de chufa se distingue no solo por su sabor único y refrescante sino también por ser un emblema de la cultura valenciana, con raíces que se entrelazan profundamente en la historia y la tradición de esta fértil región. Este viaje por el tiempo y la geografía nos lleva desde el antiguo Egipto hasta las horchaterías modernas, pasando por la evocadora Alboraya, donde el cultivo de la chufa alcanza su máxima expresión.

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La historia de la chufa comienza en el antiguo Egipto, donde ya se reconocían sus propiedades nutricionales y medicinales. Era tan valorada que se incluía en las tumbas de los faraones como sustento para la vida eterna. La llegada de la chufa a la Península Ibérica se atribuye a los árabes durante su dominación, quienes introdujeron nuevos sistemas de irrigación que beneficiaron particularmente a las zonas como Valencia, ideales para el cultivo de este tubérculo.

La chufa encontró en la Comunidad Valenciana, especialmente en el municipio de Alboraya, el entorno perfecto para su desarrollo. Este pequeño pueblo ha sido durante siglos el corazón de la producción de chufa y, por ende, de la horchata. Las tierras fértiles y el clima mediterráneo de Alboraya favorecen un cultivo que sigue métodos tradicionales, siendo este lugar un punto de referencia obligado para cualquier entusiasta de la horchata que se precie.

Respecto al nacimiento de la horchata tal como la conocemos, existe una entrañable anécdota que vincula a Jaime I el Conquistador con su descubrimiento. Según cuenta la leyenda, un joven campesino ofreció al rey un vaso de esta bebida tras su conquista de Valencia. Sorprendido por el sabor, el rey preguntó qué era esa bebida blanca y dulce, a lo que el joven respondió: «Es llet de xufa». Jaime I, encantado, exclamó: «Açò no és llet, açò és or, xata!» («¡Esto no es leche, esto es oro, chata!»).

El término horchata, que originalmente derivaba del latín hordeata, referente a una bebida hecha de cebada, empezó así a asociarse específicamente con la bebida de chufa. Desde entonces, la producción y consumo de horchata se convirtieron en un rasgo distintivo de la identidad local valenciana.

La popularidad de la horchata creció exponencialmente durante el siglo XVIII, cuando comenzó a ser consumida por todos los estratos sociales en la región. Las horchaterías, que inicialmente eran simples puestos en mercados y ferias, evolucionaron hacia establecimientos permanentes, muchos de los cuales todavía hoy se encuentran en funcionamiento, manteniendo las recetas y métodos que han sido transmitidos de generación en generación.

En el siglo XIX, la horchata ya era una característica indispensable de los veranos en Valencia. Las familias acudían en masa a lugares como Alboraya para disfrutar de la horchata fresca directamente de las horchaterías, convirtiéndose estas visitas en una tradición que perdura hasta nuestros días. Durante el siglo XX, a pesar de la industrialización y los cambios en los hábitos de consumo, la horchata mantuvo su popularidad, adaptándose sin perder su esencia.

En la actualidad, Alboraya no solo sigue siendo el epicentro de la horchata, sino que también se ha convertido en un atractivo turístico donde visitantes de todo el mundo pueden descubrir cómo se cultiva la chufa, se produce la horchata y se conserva una parte vital del patrimonio cultural valenciano.

La horchata de chufa es, por lo tanto, mucho más que una simple bebida: es un símbolo de la tradición agrícola, un testimonio de la historia de Valencia y un elemento ineludible en la identidad de sus habitantes. Con cada sorbo de horchata, no solo se disfruta de su sabor exquisito y refrescante, sino que también se revive una historia que ha sido cuidadosamente cultivada en los campos de Alboraya y celebrada en cada rincón de Valencia.

¿Cómo puedo hacer mi propia horchata?

Hacer horchata de chufa casera es un proceso gratificante que permite disfrutar de esta bebida tradicional valenciana desde cualquier parte del mundo. Aquí tienes una guía paso a paso para preparar horchata de chufa.

Ingredientes:

  • 250 gramos de chufas (preferiblemente con denominación de origen de Valencia)
  • 1 litro de agua
  • 100 gramos de azúcar (ajustable al gusto)
  • Una pizca de canela en polvo (opcional)
  • Un poco de cáscara de limón (opcional)

Pasos para la preparación:

  1. Limpieza y remojo de las chufas:
    • Lava las chufas bajo el grifo para remover cualquier impureza.
    • Colócalas en un recipiente grande y cúbrelas con abundante agua fría. Déjalas en remojo durante 24 a 48 horas, cambiando el agua un par de veces durante este período.
  2. Triturar las chufas:
    • Escurre las chufas y ponlas en un procesador de alimentos o una licuadora.
    • Añade aproximadamente 500 ml de agua fresca y tritura las chufas hasta obtener una mezcla lo más fina posible.
  3. Extracción de la leche:
    • Coloca un colador fino sobre un recipiente y cubre el colador con un paño de cocina limpio.
    • Vierte la mezcla triturada sobre el paño y luego exprime bien para extraer toda la leche de chufa. Puedes ayudarte apretando con las manos o con una cuchara.
  4. Aromatizar:
    • Vierte la leche de chufa en una jarra.
    • Añade el resto del agua, el azúcar, y si lo deseas, un poco de cáscara de limón y una pizca de canela. Revuelve bien hasta que el azúcar se disuelva completamente.
  5. Refrigeración:
    • Cubre la jarra y refrigera la horchata por lo menos durante dos horas. Esto no solo ayuda a que esté bien fría, sino que también permite que los sabores se mezclen mejor.
  6. Servir:
    • Antes de servir, remueve la horchata por si se ha asentado. Sirve bien fría, en vasos con hielo si prefieres. Puedes acompañarla con fartons, que son dulces típicos para mojar en la horchata.

Esta receta te permitirá disfrutar de una auténtica horchata de chufa, refrescante y deliciosa, perfecta para los días de calor o simplemente para saborear un pedacito de la cultura valenciana en tu hogar.

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